¿Por qué no poner los pies en alto? Este es el mensaje de la nueva campaña de Turismo de Irlanda, Ireland Unrushed (Irlanda sin prisas). Lanzada este mes, invita a los viajeros a descubrir la isla de forma diferente: más despacio, más conscientemente, tomándose el tiempo necesario para saborear cada momento. Detrás de este eslogan se esconde una filosofía que encaja perfectamente con el espíritu irlandés, donde la convivencia, la naturaleza y la cultura priman sobre la carrera contra el reloj.
Entonces, ¿por qué esta elección estratégica para 2025? ¿Qué ofrece realmente esta campaña? Y, sobre todo, ¿cómo puedes aprovecharla para disfrutar de una experiencia más auténtica en Irlanda? Te lo contamos todo.
Tras dos años de recuperación pospandémica, el turismo en Irlanda en 2025 se enfrenta a una doble realidad. Por un lado, cada vez más visitantes quieren (re)venir. Por otra, una cierta pérdida de fuelle ante el exceso de visitas a determinados lugares, y un descenso medido del gasto turístico en los primeros meses del año.
Con este telón de fondo, Ireland Unrushed ha llegado en el momento oportuno. La idea está clara: repartir el número de visitantes, mostrar los destinos menos conocidos, dar un soplo de aire fresco a los lugares emblemáticos y atraer a los viajeros que buscan significado y autenticidad en lugar de selfies rápidos.
El concepto también está en consonancia con una tendencia mundial: el slow travel, una forma de viajar más sostenible y responsable, que atrae especialmente a europeos y norteamericanos sensibles al medio ambiente y a la interacción humana.
Es una invitación a ir más despacio y «salir de la postal». En lugar de marcar frenéticamente las grandes atracciones, la campaña destaca las experiencias inmersivas:
En resumen, lo que los irlandeses llaman «tener tiempo para vivir», que tanto bien hace.
Ireland Unrushed no es una lista de «visitas obligadas», sino más bien una atmósfera, un arte de disfrutar de las pequeñas cosas. En el sitio web oficial de Turismo de Irlanda ya encontrarás sugerencias de escapadas temáticas centradas en la naturaleza, las tradiciones, los pueblos típicos o incluso los festivales confidenciales.
En términos prácticos, todo lo que tienes que hacer para disfrutar de unas vacaciones sin prisas es optar por opciones más sencillas y meditadas. Por ejemplo:
En lugar de correr de Dublín a Galway, pasando por los Acantilados de Moher en dos días, deja las maletas en la región del Burren y explórala a pie o en bicicleta durante tres días.
Otra idea: sustituye un rápido viaje urbano a Dublín por unas noches en el valle del Boyne o en Kilkenny, donde la historia y la cultura se pueden descubrir a tu aire, en calles no demasiado estrechas.
¿Y por qué no dormir en un B&B regentado por lugareños en lugar de en un hotel? ¿O por qué no hacer un crucero fluvial por el Shannon para descubrir lugares remotos, casi eternos?
Viajar despacio también significa concederse el derecho a no hacer nada durante una hora y simplemente… escuchar el mar. En Irlanda, ésta es una práctica sagrada.
Este planteamiento no sólo beneficia a los viajeros, sino también a las comunidades locales, al repartir más equitativamente los beneficios económicos y aliviar la presión sobre lugares emblemáticos como la Calzada de los Gigantes y los Acantilados de Moher.
Muchos pueblos de Donegal, Antrim y el condado de Mayo confían en esta nueva forma de turismo para situarse en el mapa. A cambio, ofrecen experiencias a menudo más conmovedoras que las «grandes estrellas» del turismo.
Porque esta filosofía ya está en el ADN del país. No tienes que ir con prisas por Irlanda. Su clima cambiante te invita a saborear cada rayo de sol como un regalo. Sus gentes, siempre dispuestas a entablar conversación, casi te obligan a frenar para tomar algo y charlar. Y sus paisajes… majestuosos pero frágiles, merecen ser respetados y contemplados sin ser dañados.
Aquí, los viajeros con prisas se pierden lo más importante: las sonrisas, las anécdotas, los pequeños gestos de generosidad… en definitiva, todo lo que hace latir más deprisa el corazón de la isla.