Dublín es cada vez más caro: cómo disfrutarlo sin arruinarse

Dublín sigue siendo un destino imprescindible en Irlanda, incluso con la subida de precios. A continuación te explicamos cómo aprovechar al máximo la capital sin disparar tu presupuesto, gracias a algunos consejos inteligentes y buenas ofertas.

Gwen Rouviere
Por Gwen Le Cointre
15 julio 2025, 09:33
Dublín es cada vez más caro: cómo disfrutarlo sin arruinarse
Puente Ha'Penny de Dublín - © Madrugada Verde

Dublín es una ciudad llena de carácter en la que te sientes como en casa en pocas horas. Es una capital humana, cálida y festiva, impregnada de historia y llena de una energía contagiosa. Pero en los últimos meses, la prensa se ha dejado llevar: Dublín se ha vuelto demasiado cara, inaccesible, casi arrogante. ¿Significa esto que debes dejar la capital irlandesa fuera de tu itinerario? Desde luego que no. Sí, los precios han subido. Pero no, Dublín no se ha convertido en una trampa para turistas. Con un poco de planificación y un poco de conocimientos, es perfectamente posible descubrir sus mil tesoros sin que se te dispare el presupuesto.

¿Hacia una gentrificación de la capital irlandesa para los turistas?

¿Por qué Dublín está en el punto de mira?

Desde hace algún tiempo, nos llegan noticias de visitantes sorprendidos por los precios que se cobran en Dublín. Una sola noche de hotel puede costar 300 euros o más, incluso en la gama media. Una pinta en Temple Bar puede costar más que una comida completa en Praga. Y algunos restaurantes del centro de la ciudad ofrecen menús que rivalizan con los de grandes capitales como París o Copenhague.

Pero atención: estas cifras hay que ponerlas en contexto. Dublín es una ciudad vibrante que está experimentando una gran transformación. El turismo ha repuntado desde el fin de las restricciones sanitarias, y la demanda supera a menudo a la oferta, sobre todo durante los grandes acontecimientos deportivos, festivales y conciertos internacionales. Si a esto añadimos la crisis inmobiliaria irlandesa, muy real, y la inflación generalizada, tenemos una capital en tensión… y en el punto de mira.

Como resultado, ahora puedes encontrar habitaciones de hotel que cuestan más de 300 € por noche, pintas que cuestan más de 8 € y comidas que superan con creces los estándares europeos, aunque la calidad a veces se considera media.

Algunos ejemplos sorprendentes

Producto/Servicio Precio medio en 2024 Comparación
Noche en un hotel de 3 estrellas en el centro de la ciudad 250-350 € Roma: ~ 150-200
Pinta de cerveza en Temple Bar 7-9 € Praga: ~2-3
Pescado y patatas fritas para 2 personas ~40-50 € Londres: ~30-40

Que no cunda el pánico: el auténtico Dublín sigue ahí

Lo que las cifras no dicen es que Dublín conserva ese encanto único que ninguna subida de precios puede erosionar. Tras los escaparates y los precios a veces excesivos, sigue existiendo ese ambiente incomparable, ese gusto por la fiesta, ese calor humano tan típicamente irlandés.

Lo que necesitas no es huir de la ciudad, sino saber moverte por ella de otra manera. Abandona las vías más turísticas, aléjate una o dos manzanas, y todo cambiará: la acogida será más sincera, las facturas menos elevadas, la experiencia más auténtica.

Dónde dormir sin disparar tu presupuesto

La clave está en la anticipación. Reservar con antelación sigue siendo la mejor manera de conseguir un alojamiento asequible. En lugar de buscar una habitación en el corazón de Temple Bar, ¿por qué no exploras los alrededores? Drumcondra, Clontarf y Rathmines están llenos de pequeños hoteles con encanto, B&B familiares y pisos de alquiler, todos ellos a precios mucho más asequibles. Además, estas zonas están bien comunicadas por transporte público y te permitirán descubrir un Dublín más local, lejos de los tópicos de las postales.

Los albergues juveniles no son sólo para mochileros de 20 años. Algunos ofrecen habitaciones privadas muy confortables en un ambiente amistoso e internacional.

Come bien, come con inteligencia

¿Sueñas con probar lo mejor de la cocina irlandesa sin sacrificar tu presupuesto? Es perfectamente posible. Evita los establecimientos más ostentosos, a menudo concentrados en torno a Grafton Street o Temple Bar, y prefiere las direcciones frecuentadas por los propios dublineses. Puedes comer mejor, por menos dinero y con una sonrisa.

Otro consejo: el famoso «menú del madrugador». Suele servirse antes de las 7 de la tarde y te permite disfrutar de una comida completa a un precio reducido, a menudo en restaurantes muy buenos. Es una opción excelente para parejas o familias que quieran darse un capricho sin pasarse.

Y si te gusta comer sobre la marcha, los mercados de alimentos como Georges Street Arcade o Stoneybatter Food Market son auténticas cuevas gourmet.

Tómate una copa sin perder la camisa

Sí, una pinta puede caer como una tormenta en Temple Bar. Pero Temple Bar no es toda la ciudad. Muchos pubs fuera del centro tienen precios más razonables, pero ofrecen un ambiente igualmente festivo, a menudo más auténtico. Dirígete a The Liberties, Smithfield o incluso a las zonas residenciales del norte de la ciudad para redescubrir el espíritu de los pubs locales.

Algunos establecimientos ofrecen incluso veladas temáticas, con música en directo o concursos, sin coste adicional. Una buena pinta, un buen ambiente y la impresión de haber descubierto un Dublín que pocos turistas se toman la molestia de conocer.

Moverse por menos dinero

El centro de Dublín es especialmente agradable a pie. Pero para distancias más largas, la Tarjeta de Visitante Leap es tu aliada. Válida en todos los transportes públicos (autobús, tranvía, tren de cercanías), permite viajes ilimitados durante 1, 3 ó 7 días a tarifas muy atractivas.

Ir en bicicleta también es una opción práctica y económica. Y si quieres tomarte un descanso de la naturaleza, a destinos como Howth o Bray se puede llegar en tren por unos pocos euros: una forma estupenda de combinar ciudad y mar en una misma escapada.

Dublín contra corriente: la experiencia real

Una de las mejores formas de evitar gastos innecesarios es crear un itinerario que se salga de los caminos trillados. Olvídate de los museos abarrotados y de las largas colas. En lugar de eso, pasea por las estrechas calles de Stoneybatter, sube al Parque Phoenix para disfrutar de una impresionante vista de la ciudad, o sal a mar abierto para dar un paseo por la Isla Bull o por las cercanas montañas de Wicklow.

Combinar Dublín con otras partes del país, como Kilkenny, el Valle del Boyne o Galway, puede ser también una buena forma de equilibrar costes y placeres diversos.

Dublín, una ciudad según mi corazón

Sí, Dublín puede ser caro. Pero, sobre todo, es excepcional. Con sus calles vibrantes, su humor irónico, su gente amable y su energía inimitable, bien merece unos cuantos ajustes logísticos. Si la visitas con curiosidad, flexibilidad y un toque de astucia, descubrirás una capital profundamente atractiva que te dejará recuerdos imborrables, sin dejarte un agujero en la cuenta bancaria.


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