Cuando la Casa de Guinness seduce al mundo… pero no a Irlanda

¿Y si la dinastía Guinness fuera tan motivo de celebración como la propia cerveza? Entre el éxito mundial y la polémica local, la serie *House of Guinness* está causando revuelo en Irlanda, donde hay poco gusto por sus clichés "tan británicos".

Gwen Rouviere
Por Gwen Le Cointre
7 octubre 2025, 19:34
Cuando la Casa de Guinness seduce al mundo… pero no a Irlanda
Casa de Guinness

La serie de Netflix House of Guinness está causando sensación a nivel internacional, con su pulida ambientación, su prestigioso reparto y su intriga familiar mezclada con temas históricos. En el extranjero, los críticos la describen como irresistible, incluso como una versión irlandesa de Succession o Peaky Blinders.
Pero en el corazón de Irlanda, la situación es muy distinta: la serie se enfrenta a una oleada de agrias críticas.

El éxito mundial ofende a los críticos irlandeses

Críticas a la autenticidad histórica y cultural

Quienes juzgan desde Irlanda critican la serie por simplificar o distorsionar acontecimientos históricos delicados, en particular la relación colonial entre Irlanda e Inglaterra. Algunos de los diálogos, vestuarios y decorados se consideran caricaturescos o incluso ofensivos.

Una crítica recurrente se refiere a la forma en que se retrata a los insurgentes, los fenianos: lejos de ser personajes matizados, aparecen como una versión grotesca de los estereotipos nacionalistas, con acentos forzados y atuendos exagerados.

El Irish Times criticó la falta de sutileza en la descripción de las luchas irlandesas y la falta de conciencia de las realidades sociales de la época.

Recepción contrastada en distintas partes del mundo

Internacionalmente, la prensa ha elogiado la serie por su ambición, efectos visuales e intensidad dramática. En particular, The Guardian alaba el «espectáculo visual» y el reparto, mientras que la moderna banda sonora -con una mezcla de bandas irlandesas contemporáneas- añade un toque audaz a la narración.

Pero en Irlanda, el debate no es sólo sobre la serie como entretenimiento: es sobre la identidad, la memoria y la forma en que se cuenta la historia. Algunos críticos irlandeses acusan a la serie de utilizar clichés en detrimento de un enfoque más preciso o matizado.

Los retos de la ficción «inspirada» en la realidad

La producción afirma ser «ficción basada en hechos reales». Esto le da cierto margen narrativo, pero no siempre convence a los observadores irlandeses: para ellos, las libertades tomadas van más allá del mero «arte de la novela».
La serie se basa en una historia real -cuando Sir Benjamin Lee Guinness murió en 1868, sus herederos tomaron el control del imperio cervecero-, pero modifica o acentúa las tensiones para dramatizar la historia.

Algunos críticos consideran que esta adaptación ficcionalizada lastra la historia, o incluso ofrece una versión falsa de la Irlanda de la época, en detrimento del contexto histórico real.


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