El arpa irlandesa

El arpa irlandesa

Una arpista en Irlanda - © Dawid

Más que un instrumento... Un trozo de historia, un trozo de cultura... ¡y un símbolo de la isla de Irlanda!

El arpa irlandesa es un instrumento musical especialmente popular en la cultura celta. Tocada principalmente en Irlanda, Escocia, Bretaña y Gales, los orígenes de este instrumento se remontan al año 2.800 a.C. Aquí tienes una breve introducción a este instrumento celta, que se ha convertido en uno de los símbolos de la República de Irlanda.

Historia del arpa celta

Un antiguo instrumento actualizado en el siglo XI

El arpa de Brian Boru - © EWY Media

El arpa de Brian Boru – © EWY Media

Las primeras arpas celtas datan del siglo XI, y se cree que son una variación de las antiguas arpas de Mesopotamia, Grecia y Egipto (que datan del 2800 a.C.), así como de las arpas triangulares medievales.

A menudo tallados en metal, madera o piedra, se cree que los primeros de su clase se crearon en Escocia y luego se distribuyeron ampliamente en Irlanda, con el nombre gaélico de «Cláirseach».

En esta época surgieron varios luthiers irlandeses que fabricaron muchas arpas celtas. Los principales arpistas irlandeses de la época eran miembros de la nobleza: al ser el arpa un instrumento especialmente caro, era improbable que los simples campesinos pudieran poseer una.

Sin embargo, la gran mayoría de los arpistas solían ser ciegos, por lo que pudieron desarrollar un oído muy fino y componer algunas piezas maravillosas. Entre los más conocidos de este periodo están Turlough O’Carolan y Ruairi Dall O’Cathain.

En aquella época, el arpa celta se aprendía en las escuelas bárdicas, un lugar donde se celebraba ampliamente la cultura gaélica irlandesa de forma tradicional. Entre las arpas celtas más antiguas se encuentra la magnífica Arpa de Brian Boru, del siglo XV, expuesta en la Antigua Biblioteca del Trinity College.

Esta arpa es de madera preciosa y mide unos 80 cm de alto, con no menos de 30 cuerdas de tripa de oveja. En aquella época, las arpas eran pequeñas, de no más de 90 cm de altura, pero no fue hasta el siglo XVII cuando aumentaron de tamaño, alcanzando a veces el metro y medio.

El futuro del arpa celta amenazado ya en el siglo XVII

Por desgracia, la guerra de Irlanda de 1607 anunció la caída de la orden gaélica, lo que obligó a cerrar estos establecimientos culturales. Los arpistas, desatendidos y maltratados por la sociedad británica, se convirtieron en músicos itinerantes, viajando de pueblo en pueblo para tocar algunas piezas en compañía de otros músicos.

Sin embargo, en el siglo XVIII, el número de arpas celtas era cada vez menor y corrían peligro de desaparecer junto con la propia arpa celta.

Ante esta situación, se hicieron algunos intentos de dar a conocer el instrumento, como un festival de arpa celebrado en Belfast en 1792. Sólo 10 arpistas se presentaron para ganar uno de los tres primeros puestos. Fue en esta época cuando Edward Bunting, un arpista de talento, elaboró una obra completa sobre el arpa celta, con planos de diseño, lecciones sobre técnicas de interpretación y mucho más. Gracias a esta obra, el instrumento no cayó en el olvido.

Del siglo XVIII al XX, este instrumento fue a menudo despreciado, pero disfrutó de un renacimiento en la década de 1950, cuando muchos arpistas clásicos empezaron a redescubrirlo. Desde entonces, el arpa celta ha conquistado a muchos músicos, como Derek Bell, de los Chieftains, y Alan Stivell.

Presentación del arpa celta

Características

Un músico y su arpa - Tristan Loper - cc

Un músico y su arpa – Tristan Loper – cc

El arpa celta tiene un armazón triangular hueco de madera con cuerdas de nailon, acero o tripa tensadas por un sistema de llaves metálicas.

Estas llaves, conocidas como «cornamusas», se utilizan para ajustar la tensión de las cuerdas y cambiar así la tonalidad de las notas.

Al igual que la gaita escocesa, el arpa celta se toca en si bemol, y tiene técnicas de interpretación muy diferentes a las del arpa clásica.

Muy utilizado para evocar encanto y alegría, es un instrumento de sonido muy suave.

El precio de un arpa puede oscilar entre 500 y 3000 euros, dependiendo de la calidad requerida.

Un símbolo nacional

Además de ser un instrumento celta, el arpa irlandesa ha desempeñado un papel central en la cultura irlandesa durante siglos, representando la identidad y el patrimonio nacionales.

¡Tanto es así, que se convirtió en el único instrumento musical que figura como emblema nacional de un país europeo!

Hoy en día, puedes ver la imagen del instrumento en las monedas de euro irlandesas, en los pasaportes e incluso en los productos oficiales del gobierno irlandés, cuyo emblema es un arpa con cuerdas mirando hacia la izquierda.

También aparece en los logotipos de varias empresas e instituciones irlandesas, incluida la famosa marca de cerveza Guinness.

En resumen, el arpa es algo más que un instrumento musical en Irlanda: ¡es un poderoso símbolo de la historia, la cultura, la resistencia y el orgullo nacionales!

Hay mucho más por descubrir...

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