Arthur Edward Guinness (1840-1915) era un irlandés que pertenecía a los famosos hermanos Guinness (propietarios de la fábrica de cerveza irlandesa). Sin embargo, este heredero eligió un camino muy distinto al de su hermano menor Edward. Nacido en el seno de una de las familias más poderosas de Irlanda, podría haber dedicado toda su vida a hacer prosperar la fábrica de cerveza St. James’s Gate. Sin embargo, tras unos años al frente de la empresa, le dio la espalda para implicarse de lleno en la política y la filantropía. Conocido como Lord Ardilaun, Arthur pasará a la historia no como un industrial, sino como un benefactor de los dublineses, el hombre que transformó St. Stephen’s Green en un parque público abierto a todos. Aristócrata unionista y generoso mecenas de las artes, encarna otra faceta de la dinastía Guinness: aquella en la que la riqueza se utilizaba para servir a Dublín.
Nacido en Dublín en 1840, Arthur Edward Guinness creció en el corazón de la dinastía que forjó la identidad de la capital irlandesa con su mundialmente famosa cerveza negra. Hijo mayor de Benjamin Lee Guinness, recibió una educación tan privilegiada como exigente. Desde muy joven, Arthur estuvo inmerso en un entorno en el que se entrelazaban el negocio familiar, la fe protestante y el compromiso cívico.
Educado en el prestigioso Trinity College de Dublín, estaba naturalmente destinado a incorporarse a la dirección de la cervecería St. James’s Gate. Cuando su padre murió en 1868, Arthur heredó el negocio junto con su hermano menor, Edward Cecil Guinness.
En los años siguientes, Arthur Edward codirigió el imperio Guinness con su hermano. Pero mientras Edward tenía el temperamento de un industrial y hombre de negocios, Arthur se sentía más atraído por la política y las cuestiones sociales. Esta diferencia de orientación cristalizó en 1876, cuando decidió vender sus acciones de la fábrica de cerveza a su hermano. Edward se convirtió en el único capitán de la empresa, mientras que Arthur se orientó hacia una carrera pública y filantrópica.
Esta elección, lejos de ser un retroceso, abrió a Arturo una nueva esfera de influencia. Se vio liberado de la gestión cotidiana de la cervecería para dedicarse a la vida política y a proyectos de interés general.
Arthur Edward Guinness entró en la Cámara de los Comunes británica en 1868, el mismo año en que murió su padre. Representó a Dublín en las filas conservadoras, heredando una tradición familiar de cercanía a la Unión Británica. Su mandato se caracterizó por su apego a la estabilidad social y su rechazo del separatismo irlandés, en un momento en que los debates sobre la autonomía agitaban toda la isla.
Conocido por su lealtad y respetabilidad, abandonó la Cámara de los Comunes en 1874, antes de ser llamado a la política por la Cámara de los Lores. En 1880, fue creado Barón Ardilaun, título que estableció su estatus entre la nobleza angloirlandesa.
Incluso más que sus mandatos políticos, fueron sus acciones filantrópicas las que forjaron la reputación de Arthur Edward Guinness. Fiel al espíritu de su padre, que financió la restauración de la catedral de San Patricio, Arthur puso su fortuna al servicio de la comunidad.
Su acto más famoso fue la compra y conversión del Verde de San Esteban una vasta zona en el corazón de Dublín. En 1877, adquirió el parque, que había estado reservado a unos pocos privilegiados, y lo hizo remodelar a sus expensas. En 1880, lo ofreció al pueblo de Dublín como parque público, accesible a todos gratuitamente. Este acto de generosidad dejó una huella duradera en la historia urbana de la ciudad, y los dublineses le siguen estando agradecidos hoy en día.
Arthur también financió iglesias, hospitales y diversos proyectos cívicos. En sus fincas rurales, sobre todo en el condado de Galway, invirtió en la modernización de la tierra y en el bienestar de los habitantes, aunque estas iniciativas estuvieran a veces teñidas del paternalismo típico de la época victoriana.
Como lord Ardilaun, Arthur dividía su tiempo entre Dublín y sus propiedades rurales. Su posición no siempre fue cómoda: unionista acérrimo, pertenecía a una minoría protestante angloirlandesa en una isla cada vez más marcada por las reivindicaciones nacionalistas.
No obstante, fue respetado como figura de estabilidad y generosidad. A diferencia de su hermano Eduardo, que se convirtió en el hombre más rico de Irlanda gracias a su perspicacia para los negocios, Arturo prefirió seguir siendo un aristócrata a la antigua usanza, combinando prestigio, tradición y deber cívico.
Arthur Edward Guinness murió en 1915, en plena Primera Guerra Mundial. Su muerte marcó el final de una carrera que, aunque carecía de la brillantez industrial de la de su hermano, había tenido un profundo efecto en Dublín. Su nombre sigue unido a Verde de San Esteban Es el pulmón verde de la capital, símbolo de su compromiso con el pueblo irlandés.
Año | Suceso | Impacto |
---|---|---|
1840 | Nacido en Dublín | Heredero de la dinastía Guinness |
1868 | Hereda la fábrica de cerveza con Edward | Codirige Guinness |
1876 | Vende acciones a Edward | Abandona el mundo industrial |
1868-1874 | Miembro conservador de la Cámara de los Comunes | Representación de Dublín |
1877-1880 | Adquisición y reconversión de St. Stephen’s Green | Parque abierto al público en Dublín |
1880 | Creado Barón Ardilaun | Ingreso en la nobleza |
1915 | Fallecimiento | Legado filantrópico perdurable |