6 cosas que no debes hacer al explorar los Acantilados de Moher

¡Una selección de los peores errores que no debes cometer! ¡Te prometemos que nos lo agradecerás!

Gwen Rouviere
Por Gwen Le Cointre
11 abril 2024, 09:05
6 cosas que no debes hacer al explorar los Acantilados de Moher
Los acantilados de Moher - © Chris Hill Photographic 2007 +44(0) 2890 245038

Si viajas a Irlanda, ¡una excursión a los Acantilados de Moher es imprescindible! Considerados uno de los acantilados más bellos de Europa, ofrecen una vista excepcional de la naturaleza irlandesa en todo su esplendor. Pero ten cuidado: ¡hay algunas trampas que debes evitar si quieres asegurarte de no perderte nada y pasar un rato inolvidable!

¿Listo para salir? Empecemos con nuestros 6 imprescindibles para tu visita a los Acantilados de Moher.

Nuestros consejos para la mejor visita a los Acantilados de Moher

1. Pasar demasiado tiempo en el Centro de Visitantes

Borde del Atlántico en los Acantilados de Moher - IrishFireside - cc

Borde del Atlántico en los Acantilados de Moher –
IrishFireside – cc

A medida que los Acantilados de Moher han ido ganando popularidad como atracción turística, se han ido acondicionando para acoger a los turistas. Y preferimos decírtelo sin rodeos: la construcción de Atlantic Edge, el Centro de Visitantes dedicado a la atracción, ha alterado un poco la zona de acceso a los Acantilados.

Esto no resta belleza a los Acantilados, tenlo por seguro… Pero el lugar se ha orientado claramente hacia el turismo de masas, ofreciendo un minimuseo, con exposiciones, merchandising… etc.

Aunque es divertido pasear por Atlantic Edge, no recomendaríamos pasar demasiado tiempo allí: lo mejor es estar al aire libre, experimentando la belleza de los propios Acantilados. No hay nada como conocer los acantilados de primera mano, ¿verdad?

2. Reduce tu exploración a 400 metros alrededor del Centro de Visitantes

Reconozcámoslo: los Acantilados de Moher prometen proporcionarte una gran emoción visual (en un día despejado, por supuesto). Pero sería extremadamente simplista admirarlos sólo desde una corta distancia de la entrada al lugar.

¡Los Acantilados de Moher tienen casi 8 km de largo! Y tienen la ventaja de ofrecer algunos de los senderos costeros más bellos de Irlanda.

Así que no pases frío: ponte un buen par de zapatos, un cortavientos y un jersey grueso, ¡y emprende una excursión que sin duda será un cambio de aires! Es tu oportunidad de alejarte de la infraestructura turística de la zona y descubrir los grandes espacios verdes de Irlanda.

La ruta te lleva a través de campos y por senderos señalizados. Tómate tu tiempo y, sobre todo, ¡disfruta del excepcional panorama! ¡Es sencillamente impresionante!

3. Dejar sin insecticida

Es cierto que Irlanda no es un país tropical… ¡pero los mosquitos pueden seguir siendo temibles! Entre los peores están los jejenes, insectos que pueden convertir literalmente un viaje en una pesadilla.

Aunque suelen preferir zonas húmedas como Connemara, se les ha visto en la meseta de los Acantilados de Moher. No es algo habitual, pero puede ocurrir anecdóticamente.

Y puedes creernos: ¡sin antimidges, estas criaturas del infierno pueden hacer que no quieras ir más lejos en tu excursión!

Nuestro consejo: lleva contigo un insecticida para combatir tanto los mosquitos normales como los jejenes. Ten en cuenta que muchas farmacias irlandesas disponen de este producto, así que no dudes en pedir consejo.

4. Caminar demasiado cerca de la orilla

Si sigues el paseo costero de los Acantilados de Moher, pronto te darás cuenta de que el terreno cambia a medida que avanzas, y se vuelve cada vez más accidentado. Algunas zonas se sumergen abruptamente en el océano, ¡y te aconsejamos que te mantengas alejado del borde!

Aquí no hay barreras. Ni barandillas. Nada de nada.

Sólo vacío, y el océano 200 metros más abajo.

Así que ten cuidado de mantenerte a entre 5 y 10 metros de tierra firme. Ráfagas repentinas de viento ya han provocado caídas de excursionistas, con resultados dramáticos. Peor aún, ¡algunos viajeros incluso han muerto al hacerse un selfie demasiado cerca!

Así que mantente a ti y a tus hijos a una distancia prudencial.

Tranquilo: el lugar no es peligroso si sigues estas instrucciones de sentido común.

5. Ir a los Acantilados de Moher en camiseta

Sea cual sea la época del año en que vayas a los acantilados, tanto en invierno como en verano, es vital vestirse adecuadamente. Porque las cimas de los acantilados están expuestas al rocío marino, a la brisa marina y a los repetidos asaltos de las olas del mar.

No está de más que te lo diga: ¡incluso en pleno verano puede hacer frío! Así que no salgas sólo con pantalones cortos y camiseta: ¡podrías arrepentirte de la experiencia!

En nuestra opinión, estos son los requisitos mínimos:

  • resistente al viento,
  • gran saltador,
  • Botas de montaña (si decides hacer el sendero costero),
  • agua,
  • bocadillos.

Si alguna vez se calienta demasiado, simplemente adopta la técnica de la cebolla, ¡y retira las capas sucesivas si es necesario!

6. Ignora la vista desde la Torre O’Brien

El lugar está repleto de panoramas impresionantes. Te encontrarás con muchos de ellos en tu paseo. Pero sería un error ignorar el más emblemático de todos ellos: la Torre O’Brien, con sus impresionantes vistas del océano y los acantilados azotados por el viento.

En las inmediaciones hay unas gafas de sol (de pago) que te permitirán admirar los Acantilados de Moher desde su mirador más famoso. No te pierdas el yacimiento de Branaunmore: esta chimenea marina de piedra caliza tiene más de 67 metros de altura. Expuesta al mar, ¡es el punto culminante de este espectacular panorama!


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