Los Jardines Botánicos de Belfast son un magnífico parque botánico situado al sur de Belfast, en Irlanda del Norte. Con una superficie de más de 28 hectáreas, acoge cada día a miles de visitantes que se relajan en sus hermosos jardines botánicos. En el programa: ¡plantas de todo el mundo, árboles fenomenales y lugares para relajarse comiendo!
Los orígenes del Jardín Botánico de Belfast se remontan a 1828, cuando se conocía como Real Jardín Botánico de Belfast y tenía la distinción de ser un jardín privado. El objetivo del jardín en aquella época era reunir los mejores especímenes de vida vegetal. Varios cientos de plantas y árboles fueron traídos en barco a Belfast para engrosar la colección de especies del jardín.
En 1839 comenzó el proyecto más importante del lugar: la Casa de las Palmeras, un impresionante invernadero diseñado por el arquitecto Charles Lanyon y construido por Richard Turner entre 1939 y 1940. El invernadero, una primicia en la historia de Irlanda de la época, consta de una cúpula y dos alas: una tropical y otra templada. Su estilo refinado y sus líneas paralelas lo convierten en una auténtica joya arquitectónica, claramente influida por el art nouveau y el estilo orgánico…
Mientras tanto, a partir de 1895, el jardín sólo estuvo abierto al público los domingos. Pasaron sólo unas décadas más antes de que el Ayuntamiento de Belfast comprara los jardines y los abriera completamente al público…
La Casa de las Palmeras es el invernadero más popular del parque. Contiene todo tipo de plantas de Australia, Asia, África, Europa y Estados Unidos. Vivan en climas tropicales o templados, estas especies coexisten armoniosamente y están perfectamente cuidadas.
Para las plantas altas, te recomendamos que te dirijas a la cúpula: aquí es donde prosperan las plantas más invasoras, bajo los impecables techos de cristal del invernadero. Desde suculentas a curiosos cactus, ¡la diversidad de especies expuestas no te decepcionará!
Pero hay algo más en estos jardines botánicos que el invernadero de la Casa de las Palmeras: la Casa del Barranco Tropical es un invernadero secundario construido en 1889, cuya arquitectura despertará tu curiosidad (¡no decimos más!). En cualquier caso, este invernadero protege algunos maravillosos ejemplares tropicales, como la Dombeya, que sólo florece en febrero. En el programa: ¡muchos colores, olores y especies extrañas!
Por último, tras recorrer los invernaderos, puedes pasear al aire libre por los jardines abiertos del Parque. Descubrirás enormes parterres de rosas e hileras de imponentes árboles de todo el mundo. Es un paseo bastante agradable, e incluso puedes hacer un picnic in situ…