Contrariamente a la creencia popular, el kilt no sólo existe en Escocia. También lo llevan con orgullo en Irlanda personas que quieren preservar su patrimonio cultural… Reconozcámoslo: la falda escocesa es uno de los símbolos tradicionales de la Isla Esmeralda. Los irlandeses lo llevan con orgullo, aunque es raro cruzarse con uno, ¡excepto el Día de San Patricio! Aquí tienes una breve introducción sobre el kilt irlandés y sus sutilezas.
¿Quién lo hubiera dicho? Muchos expertos creen que la falda escocesa la llevaron primero los irlandeses antes de extenderse a Escocia.
Aunque hoy en día el kilt escocés es mucho más conocido que el irlandés, parece que esta prenda tradicional se mencionó por primera vez en Irlanda en el siglo XI… mientras que sólo se encuentran vestigios del kilt escocés a partir del siglo XVII.
¡Todos los ingredientes para un verdadero debate!
En el siglo XI, los irlandeses llevaban el kilt o«feileadh mor«, una prenda hecha con una tela de lana de 6 metros, enrollada y ceñida a la cintura.
Siempre se dejaba un trozo de tela colgando de la cintura, para poder doblarlo sobre el hombro y cubrirlo mejor.
En aquella época, cada«feileadh mor» tenía los colores de un clan concreto (cada dibujo se denominaba tartán), y servía como signo de reconocimiento. Llevar esta prenda era un verdadero honor en sí mismo, y se consideraba una consagración del estatus de un hombre (ninguna mujer llevaba falda escocesa en aquella época).
En aquella época, esta prenda tenía fama de ser extremadamente pesada e incómoda. Pero era lo bastante cálida como para soportar el peor tiempo de Irlanda.
Fue hacia el siglo XVI cuando el«feileadh mor» cambió un poco. Se suprimió la parte superior, que permitía llevar la falda escocesa hasta los hombros, dejando sólo una falda y un cinturón. A raíz de estos cambios, el nombre de la falda escocesa pasó a ser«feileadh beg» (o falda escocesa pequeña).
El kilt se sigue llevando hoy en día en Irlanda. Adopta la forma de un gran paño de lana de 6 metros, enrollado alrededor de la cintura y formando una sucesión de pliegues profundos. Más ligero y «ergonómico» que los de la época, se ha vuelto más cómodo.
Cada kilt tiene un color específico para significar la pertenencia a un clan. Estos colores se denominan«tartán» y tienen significados y símbolos propios según la familia a la que pertenezcan (a veces durante siglos).
Así que ten cuidado de no llevar falda escocesa si no has recibido permiso del clan en cuestión: muchas familias pueden desaprobarlo… mientras que otras te lo permitirán amablemente…
En cuanto a colores, Irlanda tiene muchos menos tartanes que Escocia. El kilt irlandés tiene colores muy diferentes de su primo, con motivos verdes y ocres. Apenas hay tartanes irlandeses que utilicen tonos rojos y azules… con la excepción de los kilts norirlandeses… Algunos kilts incluso carecen de motivos y sólo presentan colores lisos…
Aunque en Irlanda no se lleva a diario, la falda escocesa se pide en ocasiones especiales, para bodas o en ocasiones alegres o solemnes. Pero lo más probable es que te encuentres con uno el día de San Patricio, el 17 de marzo, día festivo en Irlanda.
Desde sus orígenes hasta nuestros días, he aquí los principales componentes de esta prenda tradicional:
La pregunta es inevitable cuando se trata de faldas escocesas: ¿los hombres van desnudos debajo o llevan ropa interior?
Para no prolongar demasiado el suspense, la respuesta es sencilla: ¡depende!
En aquella época, probablemente hacía demasiado calor bajo la falda escocesa como para llevar protección… Pero muchos historiadores creen que algunas personas llevaban un tejido ligero para evitar la quema repetida de la lana.
Hoy en día, existen las dos escuelas: algunos llevan la falda escocesa sin ropa interior, mientras que otros prefieren los calzoncillos, para evitar sorpresas desagradables (una ráfaga de viento puede ocurrir tan deprisa… ¡sobre todo en Irlanda!).
Comprar un kilt no es fácil, y un buen presupuesto es un requisito imprescindible. Los principales fabricantes de kilts son escasos, y crean telas a medida, lo que significa que los costes de producción son elevados.
El precio depende de la calidad de la tela (y del tartán, ya que algunos sólo están disponibles en cantidades muy pequeñas) y del plisado (los más conocidos son Kilt Hire, Harris Kilt…), pero por término medio, debes esperar pagar unos 600 euros si el fabricante de faldas se encarga de todo.
También puedes suministrar la tela y el Confeccionador de Kilt te cobrará sólo 300 euros. El precio por metro puede variar (por término medio) desde 70 € para el ancho doble hasta más de 90 € para el ancho sencillo.
No olvides informarte sobre tu tartán, la familia a la que pertenece y si es posible obtener su permiso para llevar esos colores.
Por último, no dudes en llevarlo en ocasiones especiales: los propios irlandeses sólo lo llevan el día de San Patricio o en las bodas. Es muy posible que sonrían al verte con un atuendo tan tradicional, ya que a veces se considera un auténtico cliché… ¡incluso por los propios lugareños!