El Domingo Sangriento de 1920 se refiere a un día de gran violencia en Irlanda durante la Guerra de Independencia irlandesa. Tuvo lugar el 21 de noviembre de 1920, y comenzó con el asesinato de 14 policías británicos por el IRA, por encargo de Michael Collins (1890-1922). En respuesta, los británicos abrieron fuego contra una multitud de irlandeses inocentes reunidos en el estadio de Croke Park para ver un partido de fútbol gaélico… Un terrible episodio que pasará a la historia para siempre…
Michael Collins – Dominio público
De 1919 a 1921, Irlanda se vio sacudida por una terrible guerra de independencia, que enfrentó a los nacionalistas irlandeses con las fuerzas armadas británicas. Las tensiones entre ambos bandos eran elevadas, sobre todo desde que Michael Collins, líder del IRA, dirigió acciones de guerrilla que aterrorizaban cada vez más a las tropas británicas de la Real Policía Irlandesa, los Black and Tans y los Auxiliares.
El tono no tardó en escalar, y irlandeses y británicos adoptaron la máxima: ojo por ojo, diente por diente, asesinando al enemigo a cada paso en respuesta a la violencia del otro bando. El IRA se volvió cada vez más agresivo, y los británicos no dudaron en responder… La situación se agravó.
Como parte de sus acciones guerrilleras, el 21 de noviembre de 1920 Michael Collins ordenó el asesinato de 14 agentes británicos y miembros de la «Banda de El Cairo», una organización formada por 18 agentes de los servicios secretos británicos encargados de infiltrarse en las organizaciones nacionalistas irlandesas.
Los agentes fueron asesinados en sus casas a primera hora de la mañana, aunque 6 de ellos acabaron sobreviviendo a sus heridas. El IRA, sin embargo, no se anduvo con chiquitas y mató bajo sospecha, asesinando a 2 personas inocentes sin ningún compromiso político, así como a una mujer embarazada casada con uno de los agentes británicos.
Mientras tanto, en el estadio de Croke Park se disputaba un partido de fútbol gaélico entre los equipos de Dublín y Tipperary. Más de 15.000 aficionados irlandeses asistieron al partido en un ambiente amistoso.
Tropas británicas pertenecientes a los Auxiliares y a los Black and Tans entraron en el estadio con un tanque, tomaron posesión del terreno de juego y abrieron fuego deliberadamente contra la multitud de espectadores. Murieron más de 14 personas (incluidos niños) y más de 65 resultaron heridas. El pánico alcanzó su punto álgido y el estadio fue evacuado lo más rápidamente posible.
Unas horas más tarde, el suceso conmocionó a la opinión pública, y las autoridades británicas expresaron su pesar, explicando que el fuego se había abierto en respuesta a un disparo efectuado por un nacionalista sobre el terreno. Nunca se encontraron pruebas que respaldaran esta afirmación.
Poco después, 2 miembros del IRA (Dick McKee y Peadar Clancy) responsables de los asesinatos en masa de la mañana fueron detenidos, golpeados y torturados. Posteriormente fueron abatidos a tiros cuando intentaban huir (según las autoridades británicas).
Black and Tans controlando a un irlandés – Dominio público
Los sucesos del 21 de noviembre de 1920 provocaron un clamor general, así como la indignación total del pueblo irlandés y de la opinión internacional. La prensa nacional e internacional se apresuró a condenar al Reino Unido y sus acciones asesinas en Irlanda.
Esta situación contribuyó a la impopularidad de Inglaterra y animó a los irlandeses en su revuelta, que les llevó a ganar la Guerra de Independencia irlandesa un año después.
Hoy, el estadio de Croke Park tiene una tribuna que lleva el nombre de uno de los jugadores (Michael Hogan) que murió tiroteado en el campo aquel triste día de noviembre.