¡Los irlandeses tienen una increíble tradición navideña! Mucha gente se reúne en las playas irlandesas el 25 de diciembre con un objetivo en mente: ¡darse un chapuzón en las heladas aguas del Mar de Irlanda! Es cierto que diciembre no es el mes más apropiado para darse un baño, pero eso forma parte del juego: a los irlandeses les gusta zambullirse en el agua helada una vez al año: ¡te despierta y es bueno para la salud! Algunos les llamarán locos, pero los irlandeses tienen fama de aventureros.
¡A los irlandeses siempre les han gustado los retos! ¿Y qué puede haber mejor que tener que darse un chapuzón en el Mar de Irlanda el 25 de diciembre, cuando la temperatura se acerca a los 0 °C? Puede que el reto te haga sonreír, pero muchos lugareños se lo toman muy en serio.
Más que una tradición, este baño les ayudará a empezar el año con buen pie. ¡Una especie de reinicio de los contadores!
Así que los más valientes se lanzan al agua en bañador y con un gorro de Papá Noel. Es un momento intenso, y muy breve, ¡pero seguro que vigoriza! Muchos de ellos aúllan al contacto con el agua, ¡se ríen y alcanzan frecuencias de sonido especialmente altas! Nadar es divertido para toda la familia y los amigos, ¡y no hay límite de edad para probarlo! Jóvenes y mayores participan en el acto, en un ambiente amistoso y alegre, ¡ideal para la autocrítica!
La tradición de bañarse en hielo en Navidad se remonta a varias décadas atrás. Es una forma de que las comunidades costeras se reúnan y celebren las fiestas de una forma, digamos, bastante tonificante. Muchas playas irlandesas, sobre todo de Dublín y el condado de Cork, se convierten en escenario de estos chapuzones invernales.
Aunque algunas personas se lanzan al agua por el simple placer de vivir una experiencia única, muchas también lo hacen por una buena causa. Estas travesías a nado se organizan a menudo en colaboración con organizaciones benéficas. ¿Qué hay mejor que refrescarse haciendo una buena obra?
Irlanda alberga muchos lugares de baño helados. Sin embargo, el más conocido es sin duda Forty Foot, cerca de Dublín, en el pequeño pueblo costero de Sandycove. Este promontorio rocoso domina el mar de Irlanda. ¡Es el lugar perfecto para saltar al agua sin pensarlo!
También está la Torre de Buceo de Blackrock, en Salthill, cerca de Galway. Una especie de trampolín que te permite zambullirte directamente en las aguas del Atlántico.
Tanto si eres un veterano como un recién llegado, el Baño de Hielo Navideño es una forma estupenda de crear recuerdos duraderos. También es una forma única de vivir las fiestas al estilo irlandés. Entonces, ¿estás preparado para dar el paso?
A los valientes que se atrevan con las olas de frío, ¡les espera una experiencia estimulante! Los que están acostumbrados te dirán que, una vez superado el shock inicial, es una sensación de bienestar la que invade el cuerpo. Y, entre tú y yo, ¿qué mejor manera de despertarse tras las fiestas de la noche anterior?
Ni que decir tiene que este tipo de actividad no es para todo el mundo. Si tienes problemas de salud, es mejor que pidas consejo a tu médico. Y, por supuesto, se recomienda encarecidamente que no bebas alcohol antes del gran salto. Queremos que la experiencia sea divertida y segura para todos.
Si la idea de sumergir los dedos de los pies en el mar helado ya te produce escalofríos, que no cunda el pánico. Siempre puedes entrar en calor con un buen whisky irlandés mientras ves a los más atrevidos lanzarse a las olas. ¡Ese es el espíritu de la Navidad en Irlanda!